Malos tiempos para la lírica, como decían los de "Golpes Bajos". Podríamos decir mejor buenos tiempos para los golpes bajos.
Estamos ya curados de espanto sobre todo lo que pasa, los jueces de Estrasburgo fallan a favor de los Derechos Humanos con lo que muchos asesinos serán puestos en libertad, el otro día se supo que 30000 mujeres no fueron llamadas por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid para hacerles una mamografía preventiva, el Papa Revolucionando la Curia (ya veremos) aquí la religión como asignatura vuelve a tomar fuerza, la familia Real hace más por la República que cualquier partido político ... (ya sé que estoy mezclando churras con merinas pero es que el mundo está loco, está todo al revés y hay hostias en todos los estamentos y para todo el que las quiera y para el que no, también.
Bueno parece que la única que se salva es frau Merkel, pero esta vez no voy a hablar de ella ni de los alemanes o los europeos del norte, esos "solidarios" con los demás ... ¡Qué pereza!
En fin, de lo que quería hablar es de los sindicatos. Mil cosas se pueden decir sobre ellos pero bueno, me centraré en lo que piensa este humilde tío normal a tenor de los últimos acontecimientos y lo que está sucediendo desde la crisis (afortunada Crisis para algunos, luego explico este comentario malintencionado)
¿Y por qué me he decidido por este tema tan ... espinoso? Pues porque unas inteligentes mujeres, también amigas, me lanzaron el guante que acepté humildemente. No pretendo estar a su altura pero lo intentaré ... para eso se vive, y se escribe
Empecemos. Según mi humilde opinión los sindicatos han sido perseguidos por aquellos que han causado esta crisis. Recordemos que son los representatntes de los trabajadores y que precisamente los derechos de estos es lo que se está destruyendo recientemente. Todo son problemas para la dictadura del dinero: Molestan los trabajadores, los parados, los estudiantes, los enfermos, los estudiantes ... Todo lo que sea gastar en la sociedad (en los demás) es malo. Así qué ¿Cómo van a ser buenos aquellos cuya labor es la de velar por que todos tengamos un salario digno, una pensión, una educación, formación ... Aquellos que luchan por una jornada laboral que nos permita conciliar la vida familiar con la laboral, los que gritan que la mujeres debe tener los mismos derechos que el hombre. Vamos que son el coco, para los señores empresarios de la CEOE. La CEOE, esa casta empresarial rancia e inoperante de este país que la única forma que conoce de obtener beneficios es recortando en gastos laborales para mantener el margen y sus beneficios. Estos que han dictado esta reforma laboral al gobierno que les sirve para facilitar el despido y recortar las prestaciones. Pero todavía nos queda mucho por ver (y casi todo malo) ¡Qué bien les viene la crisis a estos que se han pasado la vida pidiendo estas medidas! (Voilá mi comentario malintencionado). ¿Por qué no se van a Alemania estos empresarios? Porque no los quieren allí, ¿porque son unos inútiles? Será eso ... Lástima.
Vale, un inciso, todos los empresarios de la CEOE no son malos. Vale, pero si demasiados, qué se puede esperar de una asociación cuyo presidente anterior está en Soto del Real con el amigo Bárcenas y que su vicepresidente casi ha desaparecido desde que se empezó a hablar de sus pagos en B. Cómo les gusta a los ricos y a su partido eso de los pagos en B.
¿Qué pasaría si el secretario general de UGT o CCOO estuvieran en la cárcel por este tipo de chanchullos?
Bueno pues, como decía, ¿cómo no van a querer cargarse los empresarios a los sindicatos?
Ahora bien, mi trabajo es ir por el departamento de RRHH de las empresas e instalar un programa de nóminas, no importa mucho ahora. Lo que quiero decir es que he conocido muchos sindicalistas (o sindicalistos). Hay decisiones que debe tomar el empresario, de carácter estratégico y necesarias, o por lo menos dignas de estudio, y aquí los amigos las boicotean una y otra vez, según ellos por defecto todo lo que propone la empresa es negativo. En demasiados casos el más bruto es el del sindicato, y no hablemos de los (malos) liberados sindicales, necesarios si realizan su cometido, no para estar todo el día tocándose la entrepierna. Esta gente hace un flaco favor a sus compañeros mirando por su propio bien. Con esa actitud se lo ponen en bandeja a la hiperliberal Aguirre para acabar con esa figura sindical, ya lo ha dicho en más de una ocasión.
Por otro lado todos estamos al tanto de los trapicheos que se están destapando en Andalucía con el tema de los EREs, también sigue en nuestra memoria la participación sindical en los consejos de administración de las cajas de ahorros, lucrándose y dejando a la gente sin ahorros. Sí, su función era la de estar ahí, pero no creo que fuese la de enriquecerse con El ladrillazo ... ¡Qué más se puede añadir!
A propósito de los ERES , lo de Andalucía merece una mención especial. Parece que allí se ha instalado una especie de caciquismo después de tanto tiempo en el poder de los mismos (PSOE). Han llegado a convertirse en lo contrario a lo que deben ser. Se han convertido en su enemigo, en una especie de clase social muy lejos de lo que debe ser un partido político cercano a los trabajadores. Algunos sindicatos aprovechándose de la situación.
Hace falta una gran limpieza, y ya. Mal empezamos si la nueva presidenta de la Junta es elegida a dedo y a las primeras de cambio ya está dando lecciones sobre política nacional hablando de Catalunya y otros temas "espinosos" de su partido a nivel nacional. La soberbia, que pecado más común en todos los políticos.
Otro espectáculo lamentable que deberían evitar repertir los amigos sindicalistas fue el del acoso a la jueza Alaya. Lamentable, pueden o no estar de acuerdo pero en ningún caso hay que ir en contra de la justicia sino dejarla actuar libremente. Claro, ahora pensaremos en la cantidad de jueces que prevarican y que están politizados hasta las cejas. Muy bien, pero eso hay que demostrarlo y es la propia justicia la que debe esclarecerlo. Si nos ponemos a gritar a un juez cuando está realizando la instrucción de un caso para amedrentarlo, que me expliquen por qué eso no se puede llamar fascismo o incluso nazismo.
Para terminar, sinceramente creo que si los sindicatos no existieran habría que inventarlos, pero también hay que exigir que no se salgan de lo que deben hacer, para lo que están formados y que por supuesto para que prediquen con el ejemplo. El hecho de decir que los demás también lo hacen no les exime de ninguna responsabilidad
@citorvsm
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