La entrevista al Presidente

Buenas tardes a todos

Este fin de semana nuestro lúcido presidente ha concedido su primera entrevista a un medio español escrito desde que ostenta su insigne puesto. Por supuesto lo ha hecho en un medio afín a su ideología, ese medio seguidista con las políticas de recortes terroríficos de las que estamos "disfrutando". En esa entrevista con "ABC" deja claro su incapacidad para gobernar, baste una frase: "Quien me ha impedido cumplir mi programa ha sido la realidad"... Impresionante .... pero ¿Puede alguien escudarse en eso? ¿No se le cae la cara de vergüenza? ¿Qué hacemos entonces? ¿Aplaudimos su sinceridad? 

Basta ya de tomaduras de pelo. Señor Rajoy, ¿en qué se basaba entonces al diseñar su programa? ¿Hacia dónde miraba? Muy bien, pues entonces vamos a contar alegremente lo que la gente quiere oir para ganar las elecciones (*) y después hago lo contrario "porque la realidad me pone en mi sitio". ¿Estaba este hombre en su nube cuando estaba en la oposición o cuando diseñaba su campaña? Si se supone que sabía muy bien lo que pasaba y cómo se podía arreglar. Igual es una persona que cree en las utopías. Cree de verdad en un mundo maravilloso donde todos somos altos, guapos, felices .... (no será eso Alemania ... no creo, porque se me ocurre alguna canciller que de guapa no tiene nada)... O igual es un demagogo

Pues bien, el señor Rajoy, a partir de hoy Sr Demagogia, se siente compungido porque la realidad le ha dado una bofetada en todos los morros. Pues a mi me parece, que aún le faltan unas cuantas por recibir, este otoño será caliente y el invierno .... y no sé cuánto tiempo más. A lo mejor me equivoco pero es que lo de utopía no se me da muy bien, soy un tío normal, un ciudadano normalito que observa el mundo en el que le ha tocado vivir ... ya me gustaría vivir en el mundo del presidente (o el que dice que existe, que no se lo cree ni él) 

(*)

http://es.wikipedia.org/wiki/Demagogia

Demagogia: (del griego δῆμος -dēmos-, pueblo y ἄγειν -agein-, dirigir) es una estrategia utilizada para conseguir poder político. Consiste en apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica y la propaganda.